Como describir lo que pensé, pienso y pensaré... bueno finalmente igual es mierda

miércoles, septiembre 13, 2006

Lechero 'Mi pequeña Maravilla' y la seductora lavadora diabólica



Para nadie es un misterio el como nuestro Lecherito se integró a nuestro grupo. Tampoco es un misterio el origen del lechero (sino ver la primera historia, que paradójicamente es la última en este blog). Sin embargo, una persona para integrar una banda de asesinos, necesita mucho más que corazón y ganas. Lechero mató una vez, y entre matar una vez y hacerlo dos veces, no es mucho y entre hacerlo dos, tres, diez, etc, tampoco. Pero lo más difícil es matar por segunda vez, porque para eso necesitas una gota de odio… odio del que les relataré ahora.

Está es la historia de un lecherito, canutito, buen hijo, tierno y bailarín. Un Lecherito, que un día mató. Se sentía culpable de haber estado en el momento equivocado. Buscó la redención y el perdón de Dios en el amor. Repartió amor como quien reparte espermatozoides en el water. Pero Diosito estaba muy enojado con él y en lugar de mandarlo con un megáfono a gritar su palabra a la hora de la siesta dominguera o de la mañanera, le puso la más cruel de las pruebas. Le puso una mujer, (-si escucharon bien… le puso-), que según la describe él, es como un litro de nitroglicerina… -por cualquier wea… pun, sí… PUN-.

Esta mujercita, cuyo nombre no revelaré, pero que apodaré la Ex-najanariloco. Ufff, mujer de armas tomar, mujer que lo siguió hasta la misma ciudad de la leche (mmm, suena bien feo, pero que quede claro que es Osorno). Lecherito, tenía que elegir -matar o morir calzoneado-.

Nosotros, sus amigos del submundo le aconsejábamos, córtate el pelo weón, esa chasca se te ve indecente, te parecy a John Secada… replicaba Miguelitro. La verdad es que Lechero tiene unos aires a John Secada, al chavito de Omo, a los indolatinos y a MAMÓN. Debe ser por su buena crianza, este weón es como bueno deaentro, pero también muchas veces le juega en su contra porque no siempre puede quedar bien con dios y con el diablo. Entonces cae como en eso de tergiversar la información (un poquito) y de ser condescendiente.

Pero no nos desviemos del tema que nos convoca. Siiiii, también le dijimos una par de cosas sobre su conquista. Y vaya que fuimos claros… “Weón ni cagando” (bueno cagando era bien difícil, pero que le vamos a hacer, o en una de esas Gonca podía, anda a saber tú). No recuerdo muy bien la cantidad de vueltas que dio esta historia, a nosotros mucho no nos importaba, a demás conocemos a nuestra gente y sabemos que sólo la mitad esta dicho.

Lo único cierto es que teníamos que esperar que decidiera por su cuenta el camino que deseaba tomar suena sabio… estos caminos son -nosotros (…+dinero+amigos+prostíbulos+casona+chelitas+emoción+adrenalina+confianza+infinitas cosas buenas)- versus lo que dios le había puesto o sea -ella (…-dinero-amigos-prostíbulos-casona-chelitas-emoción-adrenalina-confianza-infinitas cosas buenas)- entiéndase como formula matemática.

Pero como es natural, uno no percibe más allá de las emociones y decisiones, sino que solamente vemos las consecuencias. Era una noche extraña, pero como suele pasar en esta clase de situaciones, era el día “D”… tomar en la casona.

Dicen que el alcohol es buen compañero, yo creo que sí, pero es muy mal consejero. No nos hagamos los weones, quien no ha hecho algo copeteao y después se ha arrepentido. En aquella noche de júbilo, Lecherito que aún tenía esos rasgos cristianos y de buena crianza (a pesar de su condoro) se le pasaron las copas y comenzó a blasfemar contra dios.

Nosotros sorprendidos por esto, nos preguntábamos ¿Qué diablos pasa? Claro, luego supimos que en una de las tantas rondas del lechero (pista de baile-baño), éste se encontró con Wade… que -¡sorpresa!- no estaba muerta, andaba de parranda… y se lo comió. Y se lo comió como quien se come al desayuno un tazón de cereales adelgazul y leche semi.descremada de tarro (paradójico), con tesitos adelgazul y nutrasuit (si es que así se escribe la wea), con un vaso de jugo natural y finalmente pan integral con margarina dietética; en otras palabras “como quien se come a un Lechero”.

Lo peor es que (bueno no sé si hay algo peor) al pobre lechero lo cacharon y lo sentaron en la pica (bueno es lo mismo al final). La verdad es que no quiero ahondar en detalles como se habrán dado cuenta es una situación que a mi personalmente me incomoda. Él era mi amigo, me prestaba dinero cuando las cosas estaban mal, compartía todas las cositas ricas que traía desde su casa. Y ahora se ha transformado en… nuestro casi socio.

El destino obra de una forma extraña, es como si éste mismo hubiera querido que el Lechero se integrara a nuestra banda. La noche de la que les cuento, fue increíble ver como las piezas estaban todas en su lugar para sacar al lecherito de sus casillas. Para esclarecer esta caga de historia que hasta a mi me aburre haré un detalle de todo lo que pasó desde aquel balazo en el mató al Paco.

Amanecer del 18 de junio le pegó un balazo a puro mate a un paco. Paquito con el que nos habíamos encariñado (ver primera historia).

No recuerdo la fecha, pero en operación Jesucristo (sacrificarse y matar a Wade) es salvado por el Chivo Miguelitro

Otra vez sin recordar la fecha, es resucitado por la en ese entonces la najanariloco después de haber tomado medio vaso de chela.

En una historia oculta y no publicada el lechero es acorralado por Wade (creemos que también resucitó) y comido… En ese momento fue salvado no muy a tiempo por Marcólico Cara Marcada con Mango.

Dimes y diretes y enojos varios entremedio

Esta historia consta de dos hechos fundamentales, estábamos en la casona primero y luego pasamos a estar en mi casa.

Estos fueron eventos aislados que fueron emparejando el camino. Sin embargo la pavimentación de éste estuvo a cargo del capítulo que yo llamo “El contraataque de mi lavadora”. Este capítulo comenzó cuando en un momento lujurioso de Miguelitro, las mujeres en especial la que está en cuestión se le comenzaron a calentar los fierros (aclaremos que no es la que está en su cuestión y créanme que aquí la cuestión no tiene nada que ver… eso espero… a todo esto ¿no sé por qué el programa automático fussy no funciona?).

Para los que no conocen los momentos lujuriosos de Miguelitro, sólo les diré que consisten en hacer un recorrido por los personajes de una película porno Marroquí, esto implica mandarse una acomodá, un said my name, la agarra del cogote y ahí no ma eeh eh, miren ahí no ma papi mono, miren la paraguaya, etc. Estas representaciones solían durar unos cuantos minutos, pero, ese día fue la más caracterización más amplia de la que se tenga registro.

En la leñera sólo se encontraban los miembros de la banda, todos apretando los cachetes pa no cagarse de la risa (Gonca no lo lograba) ante los descomunales gritos de fuuuuuuuuuuckkkkk y cosas por el estilo. Tanto fue así que en la borrachera se derramó mucho vino sobre la lavadora y también Marcólico derramó al Lechero sobre el piso. Yo pienso que este golpe es un punto crucial en la historia puesto que después pasó lo que esperábamos con ansiedad… que se deje seducir por el lado oscuro y esta vez de por vida.

Nosotros veíamos a la parejita, ellos se miraban con aquellos ojos cómplices (ojos de chivo para ser más específicos) que lo dicen todo. Supongo que tendrían uno de esos encuentros “premeditadamente” casual en algún rincón de mi casa. Los pillé en varias partes y de repente pasó un imprevisto.

Salió gente al paso… yo supongo que fue una confusión -como las que suelen ocurrir-, La leñera estaba oscura y había alguien (que frente a la escasez de copete se encontraba curiosamente lamiendo mi lavadora)… era algo así como sexo oral a la bandeja del detergente que se encontraba llena de vino. “Ella” creo que debe haber pensado que era nuestro amigo y se abalanzó sobre la silueta. De ellos nunca más se supo, o bueno hasta que duró la inspiración (u otra cosa, quien lo sabe) como en la película “Sexo con amor”.

Lo que sigue en esta historia son sólo supuestos, puesto que de mi amigo lechero nunca más se supo por esa noche. Todos lo buscaron, todos lo llamaron, pero nadie lo encontró. Al día siguiente, en donde encañados nos disponíamos a entrar al aula, hizo su aparición Lechero Leche cortada, con una mano vendada un ojo desviado y con la ira de Darth Vader, (su aparición no fue tan notoria como la de Marcólico, puesta que éste llegó tan pasao a vino, que por un día dejó de ser Marcólico Cara Marcada con Mango y se llamó “el Corcho”). Es importante acotar que ese día vimos también al Yeti.

Lechero se había transformado, el odio lo había seducido y la seductora lavadora diabólica nos dio un nuevo aliado, alguien en quien confiar, alguien que podía ser nuestra cara visible o carneeeecañón si lo prefieren. Desde ese entonces Lechero Leche Cortada, cobra, hace lobby y mata a todo aquel que le dice “GLGLGLGLLGLGL” o “mi pequeña maravilla”.

Puta que me costo terminar esta wea, sé que tiene innumerables errores pero tenía que ser sutil por miedo a represalias de otra banda, de las que hablaré en otro momento.

jueves, agosto 10, 2006

Cuando dejó de ser el Marquitos y se transformó en Marcólico Cara Marcada con Mango... Una cicatriz en el alma y al lado de la ñata


El Marquitos… jajajaja… todas dicen el Marquitos, ese es Marquitos, ¡que lindo es el marquitos! el que nunca se olvida de los cumpleaños, el que las acompaña a todas partes, el confidente. Marquitos es el que usa toda clase de caritas en el Messenger –y sabe usar esas weas; no como uno que apenas sabe escribir con negro y cuando la wea está de otro color cagamos-, el lobito… Mis polainas YO LO HE VISTO COTIZANDO EN UNA CASA DE PUTAS.

Más aún yo lo he visto matar, cobrar, reír con la desgracia, hacer planes para que las muertes sean más dolorosas, en definitiva para que nunca fallen. Recuerdo que cuando conocí a Marcólico cara Marcada con Mango fue como en el ochenta y seis (como diría Miguelitro), y en ese entonces sólo era Marcólico y aunque suene maricón no pude dejar de mirarlo. Era tremenda, la tenía gigante… Era una ñata compadre, que le empataba a Pinocho y lo más increíble fue que pasaron como dos años antes de que le Miguelitro se animara de decirle “caeza con mango” o “sácate el sopapo”, desde ese momento pasó a llamarse Marcólico Cara con Mango.

Al principio, no nos llevamos bien, era la diferencia de carácter que teníamos, pero se nos pasó con una pichanga (que no se entienda como simplemente jugar con las pelotas) y un trago largo y gordo (de alcohol pa los malpensaos). Se podría decir que Marcólico fue el que puso los cimientos de la organización, aunque en esos momentos tuviera otra dirección, creo que un poco más lucrativa. Marcólico se dedicaba a la “trata de blancas”, aunque cuando lo conocí trataba con morenas, negras, morochas, feas, ComúnOosooooooo, común ropero y cosas por el estilo.

El procedimiento de “Marquitos” era, se conecta al Messenger, lanza caritas a todo lo que pille conectado, postea en todos los fotolog de sus contactos y las amigas de sus contactos… para luego reclutarlas y mandarlas a las lejanas tierras patagónicas (cuando digo patagónica, siempre imagino la pata y las gónadas… wea que me provoca un dolor de huevos…). Además, él tenía otra estrategia, optó por la ternura. Esa ternura inconfundible de recordar cumpleaños, de mandar mensajes y eso –bueno en realidad de que lo conozco “eso no”-, Marcólico sabía conquistar la confianza de las mujeres y ganárselas hasta que las arrendaba.

De este modo y dada la gran capacidad de contactos que poseía, no nos costó integrar –casi arbitrariamente- el área logística de la organización. La “trata de blancas….morenas, negras y feas” era bastante lucrativo, pero le faltaba emoción. Las cosas siempre salían como lo planeábamos, pero como es la mecánica en nuestras trastornadas vidas, siempre hay un hecho que marcará el futuro.

En sus múltiples intentos de atraer gente, conoció el amor… sólo fue un flechazo desde Paine y a través del “Ares”, Marquitos sufrió con la telenovela digital… pero al igual que en esos dramas de baja calaña, onda venezolana o marroquí, pasamos del embarazo a la amnesia. Marcos no sabía que pensar, se confundió y recordando a mi buen amigo Hyoda; Marcólico paso de amar, a los celos, de los celos a la ira y ésta lo condujo al odio.

Y éste es el momento cuando esa herida en su corazón se transformó en más que una simple cicatriz en el corazón. La última vez que hablaron fue hace poco y ambos estaban conectados (y se suponía que estaba con amnesia, no sé como se acordaba de la contraseña de su correo) y ella lo desconoció, Marcólico Cara con Mango no pudo con eso, se privó y actuó como el del comercial de Armonil, le ha mandado un cabezazo al teclado, que no se como no se quebró la manzana (riz), sacó petróleo y cortó la mejilla con el enter, desde ese entonces nunca fue el mismo… se trasformó en Marcólico Cara Marcada con Mango…

Y así fue seducido por el lado oscuro, desde ese día aprendió a no volver a confiar, a llenarse de odio (para ser un poco más franco no se si se llena de odio o de amor pero de que se llena se llena y de apoco hay que liberarlo, no les parece), matar y cobrar.

Así, hoy por hoy, “el Marquitos”, entra y sale (bis) (-no pis-)…. De casas de putas, solamente cotizando, mirando el ganado y riendo con las inesperadas frases de Gonca (las que me guardaré para su perfil)… También es preciso decir que tiene un punto débil (lo siento no puedo evitarlo)… Pandora Genio corto, cada vez increíblemente más corto. No se que le hizo, pero es la única que lo tiene pa la pata y el combo (y me consta que eso no ma) y no sé por qué Marcólico no la mata. Me recuerda al comercial de Sprite, “tu amigo te tiene ganas”.

Basada en una historia real… como todas las demás.
La coneja…

lunes, julio 10, 2006

El trabajo de nos fue por el traste, y lo peor es que era el mio.


Hasta la fecha he hecho un flash back de nuestros inicios, y vimos cuando completamos nuestras filas, cuando aprendimos a cobrar por adelantado y lo que hacemos regularmente cuando no matamos a nadie. Pero llegó el momento de hablar en serio, en otras palabras, un trabajo de verdad.

Era el inicio de una nueva tarde de ocio, hasta que por motivos académicos, descubrimos una mina de oro (la verdad es que una mina de oro no sería tan rica, porque si se lo intentas meter, te apuesto que te quebras el mazo como en cuatro partes). Por esas cosas de la vida llegamos a uno de los eventos más importantes del bajo mundo, una competencia provincial de rayuela (la rayuela de verdad y no los derivados miguelitrianos de rayuela corta ni niuna de esas cosas, en donde por supuesto somos campeones).

El ambiente era de los más sórdidos que mis ojos habían visto hasta el momento. Marcólico Cara marcada con mango, en uno de sus innumerables reporteos, recuerda que un día viendo una competencia clasificatoria para el provincial, un anciano a media estaca o como diría Miguelitro, más doblao que bastón de goma, le comentó que la capacidad de tiro de los valdivianos era notablemente superior a la de los actuales campeones, los Lecheros de Osorno, sin embargo, los valdivianos tenían un problema, el mismo que los hacía perder una y otra vez en el evento, el alcohol.

Los borrachines de valdivia siempre perdían porque los lecheros les traían cerveza artesanal y chicha, así que en un dos por tres el anciano se despachó un comentario que Marcólico recordó por siempre, “Me gustaría ver al guatón Poche muerto y al resto del grupo llorando su derrota”. Marcólico de inmediato cerró el negocio.

Por primera vez, un trabajo de verdad, teníamos el objetivo, la plata, el lugar, el momento. Sólo teníamos que matarlo. Marcólico, Lechero Leche cortada –que contra su ciudad de todos modos iba a actuar por el sucio dinero- y yo, elaboramos un plan de lujo.

El grupo osornino constaba de tres lanzadores, el guatón Poche era el lanzador individual más poderoso de la zona –claro cualquiera era poderoso si compite con puros borrachos- y una pareja para los dobles. El plan era integrar al mejor lanzador nuestro a la competencia o sea el lechero, en realidad no es que sea “seco para disparar”, normalmente no lo hace y cuando lo hace no le resulta bien (le suele salir el tiro por la culata), en realidad es porque es osornino, jugaba con los viejitos de su iglesia (-leer primera historia, la tercera bajo esta-) y no le iba mal y yo “la coneja”. El plan decía que mientras yo lanzaba, el chivo Miguelitro y Marcólico cara Marcada con mango, molestarían de tal forma al guatón Poche que, éste al verse provocado, enojado y lo suficientemente enfurecido abandonaría su puesto para golpear a los chicos, en ese momento yo soltaría un tejazo que le volaría los sesos y todo quedaría como un accidente.

Para llevar a cabo este plan teníamos tres cosas a favor, la primera es que el guatón Poche siempre acostumbraba a sentarse a uno de los lados de la cancha a beber mientras esperaba su turno, la segunda era que el guatón Poche era muy molestoso y a la vez picante lo que para Miguelitro resultaba todo un desafío usando al nuestro Lechero como motivo de burla, y la tercera es que el lugar estaba lleno de copete, perfecto para nosotros.

Pero como a lo largo de nuestra experiencia, se ha demostrado que es bueno tener un plan “B” –ejemplo seguido fielmente por algunos de nosotros-, pensamos que si no lo matábamos de un tejazo, Gonca que estaba escondido en uno de los casilleros del baño, saldría disfrazado de neonazi y le daría muerte, bueno o algo así. Y como le haríamos ir al baño, bueno Gonca tenía la receta… un terremoto es igual a cagadera segura en 5 minutos 43 segundos 69 centésimas.

Todo estaba dispuesto, así el 25 de julio pasamos al “evemoy” la botillería top de las animas a comprar el pisco (chuspalo), el helado y el vino sol del melosal (para hacer nuestro poderoso laxante natural, altamente cagable), eso queda frente a la Santa luisa y dos cuadras más allá de la botillería Colo Colo. En realidad al lado del gimnasio de las animas. Entramos al lugar del evento, nos registramos con un nombre falso o sea “los jotes”, entramos en confianza y… a beber.

En los inicios todo se desarrollaba conforme a lo planeado, con mi socio lechero leche cortada, nos habíamos mandado hasta las cuarenta (doble en los dos lanzamientos, el máximo en el juego. Como la chuza 300 de Homero). El copete no nos incomodaba, a lo largo del tiempo aprendimos a vivir o a sobrevivir ebrios. El guatón Poche estaba pero con una cara de culo con la que cumplíamos la primera parte del trato.

Pero no contábamos con el ingenio del guatón conche su madre, el muy maricón nos tocó donde duele, nos arrendó unas putas pa’ que nos muevan el culo mientras lanzábamos. Lo que por supuesto complicaba las cosas ya que no podemos lanzar un tejo en modo Varitech –estacionado claro-. El muy hijo de la vaca, se cagaba de la risa. En ese momento Miguel y Marcólico se salieron de sí y empezaron el esquizofrénico bombardeo.

Partieron suave, webiaban al lechero leche Cortada por lanzar mal…

-Puta Lechero… Lechero tenías que ser- decía Miguelitro

-Por lo menos se comprueba que a ustedes les funciona, no como a los vejetes, jajaja- decía Marcólico.

El guatón Poche se reía…

-no le hagan caso a Porcel- repetía Miguelitro.

-Jaajajajjaja Tatata cagao Schiappacasse. Le mandaba Marcólico

El guatón en su curaera sólo reía…

-jajja si hace cuerpos pintaos te apuesto que lo pintan de globo terraqueo-

-weeeeena panza una pipa, no te enoji gordito es en wena-

Dijo miguelitro, que en ese momento se ganó una carcajada del guatón, que se reía con las tallas del Chivo. En ese momento parece que se le subió la presión por los maní que comía y se sacó la polera musculosa que ocupaba.

-Jueeeeee, más rollos que fabrica de confort, jajajaja-

El guatón ya no reía…

En ese momento (el guatón) se paró (y esteeeee) y ya sabíamos que ocurrirían dos cosas, si se cruzaba (nacerían los perritos) yo le lanzaba el tejazo en la sesera y me lo despachaba o el guatón iría al baño donde lo esperaba Gonca. Así que para rematar la tarde, Miguelitro le mandó…

-¿Qué te pasó gorgori?, ¿vay al baño?… toma llévate este mapa pa’ que te encuentres el pico… o ¿vay a mear de oído?, ten cuidado vay a quedar tooo mooco, tooo moooco-

En ese momento el guatón da dos pasos y se coloca en mi ángulo de tiro, y yo entre hacerme el weón con las chiquillas, solté el chancacazo… no sé que pasó en ese momento pero Gorgori como que lanzó una carcajada y cayó… Lo que sigue es lo más increíble.

Poche de tanta weas que escuchó de corrido se cagó de la risa y se atoró con el maní, al caer se pegó en la cabeza y se puso de todos colores, se cagó y yo cacho que cagó no mas po, porque demoramos como 15 minutos en darle asistencia (tienen que entender que el porrazo fue lo mas parecido al meteorito que mató a los dinosaurios). Y mi lanzamiento… no lo van a creer pero me mandé un doble que el tejo quedó ensartado en la pita -y no en otra parte-.

Todo salió color de rosa, sin embargo, como ya es una constante los lecheros se picaron y sacaron cuanta arma campesina pillaron, nos salieron persiguiendo por Bombero Classing, llegamos al río, corrimos por la ribera, sentí unos balazos y le aplicamos las técnicas de ocultismo de Gonca –que curiosamente nunca salió del baño-.

Nos separamos, no sé para donde arrancaron lo cabros, lo único que sé por lo que me contaron hace unos días es que Miguelitro cruzó el río nadando y que quiso esconderse en el baño de la casa de zuela y no pudo, puesto que topo aún estaba vomitando el vodca.

Lo que es yo, en mi escape me encontré con un anciano que se estaba tomando un copete cerca del río. Ya era de noche, así que trate de hilar rápidamente una conversación para que no levantar sospechas… así que mujeres era el tema. Hablamos largo rato, quizás horas. No sé como ese viejo de mierda sabía tantas cosas, era como un clarividente, tenía una experiencia en el tema de mujeres increíble y siempre reafirmó que porque las conoce y ha creado muchas… está sólo.

Mi admiración a él llegó a tal punto que le pedí una respuesta hasta que me la concedió y para cualquier pregunta… él expreso que esta oportunidad no se la daba a gente como yo, pero que le caía bien así que estaba dispuesto a responder. Yo con mis flamantes estudios de P…..mo, me despache una de mis mejores preguntas. ¿Por qué las mujeres son tan mala malas?. Y el viejo que vestía de blanco, me respondió… Por qué sino serían hombres.

En ese momento sentí un dolor a la altura de un cachete… -por favor no mal piensen, el dolor era la peor wea del mundo y estoy seguro de que no me lo estaban metiendo, ok-, también en el momento del dolor escuche un par de voces… miren ya recupera la conciencia.

No podía creerlo, estaba en la pieza de los chicos, mi banda estaba completa mirándome con ojos de enfermera-obstetra (ojos de Chivo), y diciendo…

-Puta weón, porque chucha no tuviste cuidado. Por tu cagá de culo tuvimos que gastar toda la plata en el hospital, pastilla, que la bota (no la misma de la reflexión de hace una par de historias atrás), calmantes y enmmmfermera-

Por la chucha madre, me había herido en el culo, caí inconsciente me llevaron al hospital y de inmediato me trasladaron a la pieza sacándome tránsfugamente. Y el anciano… la verdad es que no quiero pensar que hable con dios… porque pudiendo preguntarle por los inicios de la humanidad, big-bang y cosas así, le pregunté porque son tan mala mala.

Y si quieren saber que estaba haciendo Gonca, Pregúntenle a la Rayén (que esa si que estaba cooomuuuuoossssooo).

miércoles, junio 14, 2006

Una historia sin asesinatos y la última vez que comí chocolate



Era una noche de relajo y yo saboreaba el hoyito que tiene mi muela, tenía un sabor como a chocolate, lo que hacía que me pregunte… ¿cuando fue la última vez que comí chocolate?, bueno hasta que me acordé. Estábamos en la típica -casi mítica- pieza cuya puerta dice, “dios te ama” y “dios… algo (no me acuerdo que cresta)”, si tan sólo supiera dios la clase de personas que viven al interior de esos dos metros cuadrados… bueno la cosa es que estamos todos reunidos (todos quiere decir, el Chivo, Marcólico, Lechero, Gonca y quien habla, La Coneja) degustando un vino fino -nos había costado $1560 pesos los dos litros- para celebrar lo bien que nos había ido -ustedes entienden-.

Hablábamos de la vida y… bueno la muerte. Sin embargo en esta historia sólo me quiero referir a la vida, para que no crean que somos asesinos despiadados y eso. El caso es que se nos calentó el hocico y por qué no decirlo se nos calenTÓ… el motor. Quiero detenerme aquí un minuto para asegurar que el alcohol produce una inmediata reacción mecánica en el interior de los hombres, uno bebe y piensa de inmediato –y para seguir con la mecánica- en pasar el pistón por un cilindro que con cada copa se ve más y más brillante.

En vista de esto decidimos ir a la casona verde, antro de perdición del estudiante, un oasis en medio del desierto –y vaya que lo tomamos a pecho. No que tomamos con el pecho, ni tomamos el pecho, bueno tocamos algunos pechos-, pagamos la entrada e ingresamos al local (se han fijado lo cuiquito que estoy para redactar, no se confundan, estoy seguro que no me durará mucho). Una vez dentro pedimos nuestro trago de costumbre, una Escudo de litro, una finura, tan bella y rica, lejos la más rica de todas la baratas –como nos gusta-.

Una, dos, tres, a la cuarta ya estábamos bailando, bueno menos el lechero que se nos descompuso o alguien se lo puso, puesto que se encontraba algo inerte en el baño e imitando los sonidos guturales que hace miguelitro por las noches (en realidad todavía hace esos sonidos). Hacía algo así como glglglglglglglglglglglglglglgtttttttglglglglglglglgl-gaaaaagggggggglglglglgl, bueno más o menos así.

El chivo y yo estábamos en el lugar, disfrutando del espectáculo. Hace tiempo que no nos reíamos tanto, al término del güitro, miguelitro ingresó al cubículo y tiró la cadena, jajaja la wea se rebalsó y comenzó a escurrir por los lados y en el piso del local. Le hicimos maniobras de resucitación a nuestro pobre canuto amigo, -no nos resultaba ya que lo único que sabemos hacer es matar y hablar de cosas irrelevantes-, así que conseguimos a alguien que le haga respiración boca a boca, y allí estaba, la narilocoalnaja, amiga de casi toda la vida y ahora se encontraba salvando a mi amigo, -si tan sólo supiera el porque de su estado, te apuesto que no lo habría intentado, bueno a esa hora las papilas gustativas se anulan, así que no teníamos razón para decirle-… PERO LE DIJIMOS jajaja, claro después que lo resucitó –vale decir que lo resucito por parte, según parece-. Nos cagamos de la risa por la cantidad de muecas que hizo en una fracción de segundo, sólo imitable por el chivo.

Luego de aquella escena, elaboramos una compleja situación de cacería, queríamos ir de caza, para luego ir a casa. El Chivo sugirió una competencia de quien era el que se comía la mina más fea, -sugería esto, porque según él, andaba too moco y no le importaba si la mina era puro norte-. Finalmente decidimos lanzarnos a la vida de forma individual.

Fui a hablar con Marco Antonio Solís, el que se encontraba bebiendo con el Chasca un amigo en el que se podía confiar, hablábamos de nuestros temas de interés, por ejemplo mujeres, vandalismo mediático, trafico de información, etc.

En algún momento me di unas vueltas por el local y misteriosamente recordaba mis palabras… “siempre nos cagan por pensadores”, -bueno, en vista de eso me lance a la vida sin pensar niuna wea-. El saldo fue lamentable, salí corriendo por la mitad de General Lagos mientras llovía copiosamente. En otro paseo ví que a marcólico lo seguía una patty polla, el pobre lechero tuvo que ser rescatado por mi de la peroncha. Todo esto me inspiraba a hacer cosas que no quería hacer, sólo quería pasarlo bien y en lugar de eso sólo arrancábamos de un lado para otro.

No aguante más así que fui al baño de los pobres. Luego volví y estaba la caga, todos con su peor es naa, así que saque de mi bolsillo la Vulcan M-61A1 que me regalo un depredador, aquella pesa unos 126 kilos, dispara unas 6.000 rondas por minuto, cañón de 20 milímetros y eso po. Como les decía, la saqué molí a todo saco wea que se atraveso… así maté a la pareja del lechero, a la enfermera, a wade que descubrimos que no estaba muerta, a la gordita y su ganado, eee a la patty polla, a la Chechi, a peco reco y al hipérbaton que andaba buscando miguelitro, desde el año pasado… y bueno eso pasaba en mi mente.

La verdad es que en un momento decidimos aplicar nuestras técnicas de caza. Nuestro escuadrón de asalto y abordaje se movilizó siempre agachao, mostrando toda su fuerza de choque. El Lechero leche cortada, o sea, nuestro diminuto estandarte de aguante se encontraba como una vil mierda dispuesta a lo que venga (aer sabido le encaleto la gordita), mientras que la fuerza logística se embriagaba como penca.

Los resultados fueron nefastos, en un momento nos pillamos con un weón que nos invitó a tomar una chela a cambio de bailar con unas minas, bueno en realidad de minas no tenían mucho. Incluso, yo recuerdo que Miguelitro estaba bailando con dos de ellas, cuando lo vi acercarse.

- Ahora soy el rey del ganado-, me dijo.

A lo que tuve que preguntar ¿Por qué?

- Por que tengo a dos vaquitas bailando conmigo-

Sólo pode lanzar una carcajada e inventar algo para calmar la curiosidad de mi compañera. Hasta aquí era una más de nuestras noches de fracaso en la casona. Sin embargo me acorde de que siempre puede ser peor. Por el lugar donde yo bailaba pasaba mucha gente, así que me moví levemente hacía un costado. Ella me invitó a comer un chocolate con almendras (después de tomarse su cerveza y fumarme sus cigarros) yo acepte, sin pensar que ese maldito chocolate marcaría mi vida.

Ya había terminado de comerme el chocolate, pero la maldita puta almendra se quedó en el hoyito de mi muela. Yo peleaba por sacarla y eso causo que en un momento estirara tanto mi trompita (nanay) que ella me dijo…

- Eres un fresco…

Y tú eres gorda (respondí mentalmente)

Que se cree, yo soy lo mejor que puede tener ella en una fiesta, y me trata de fresco. Bueno, en ese momento tenía algo mejor que hacer… sacar la maldita almendra del hoyito de mi muela. Tanto era mi afán que volví a estirar mi trompita (para que me crean, intenten tocar sus muelas con la lengua y hacer algo de succión… ven como se les estira la trompa) y en eso y sin pensar me estaba besuquiando con ella.

No puede ser pensé. ¿Qué me está pasando? Y me acordé nuevamente de la frase “aún puede ser peor”, cuando todo estaba en la parrilla me dijo…

- Vamos a cabaña

- Yo voy, pero sin ti. (pensé)

Por suerte en ese momento se prendieron las luces y en un hábil movimiento me di a la fuga… pero ya lo saben “aún puede ser peor”. Me di vuelta y vi a Miguelitro y Marcólico muertos de la risa.

- ¿Te la comiste? Preguntó Miguelitro

- si weón, no sé como pasó. (convencido de que habían visto la dramática escena)

Jajajuajaujaujuajua, no puede ser, hasta me acuse sólo, porque ellos habían estado pendiente de otra cosa. Lo ven siempre puede ser peor. Quizás lo único bueno del final de la noche es que logre sacar la almendra del hoyito de mi muela. Sólo espero no hacer sonidos guturales como Miguelitro.

miércoles, mayo 10, 2006

El día en que aprendimos a cobrar por adelantado



Habitualmente no acostumbro a recordar detalles ni nombres ni nada relacionado con el trabajo, es obvio, a quien le gusta llevar trabajo a su casa. Pero el otro día estábamos comiendo en el kiosco de la universidad como perros (y eso no quiere decir, en cuatro patas ni a lo perrito, ¡no! Ni una wea así, sino que estábamos simplemente comiendo mal), cuando llegó Pandora Genio Corto, con una cara media alelada (no sé que significa esto, pero le da un tono más dramático a la situación), inquieta y ansiosa por encontrarse con su amigo Cara Marcada con Mango.

En aquella ocasión, se encontraba Marcólico Cara Marcada con Mango -como ya había dicho-, el Chivo Miguelitro, Lechero Leche Cortada (que ya es uno de nosotros, sólo falta que deje de ocupar sus artículos anti-sponge y deje de comer cereales adeldazul), Gonca y quien les habla.

Nos empezó a contar su historia y esto no nos entró en gracia (imposible que entre, porque somos bien machitos y nos gusta comer tranquilos). Le dijimos que hablábamos después de reposar, así que le preguntamos si quería comer, dijo que si, y por supuesto no faltaron los voluntarios. Finalmente fue Marcólico Cara Marcada con Mango el que la invitó.

Nos contó su problema, dijo que conocía a alguien que le provocaba un severo caso de cáncer al tímpano, esta enfermedad es una verdadera rareza y que sólo la puede provocar un sonido muy agudo y aplicado en forma reiterada, eso significa que entra y sale, entre y rebota, rebota y sale… la onda. Sin embargo, en nuestro interior sabíamos que eso no era como para soltar aquella suma de dinero, pero accedimos porque le debíamos un favor.

Antes de actuar, decidimos averiguar por nuestros propios medios cual era la verdadera razón del deseo de muerte que poseía a nuestra amiga “Pandora Genio un poco más corto”. Así que esa noche nos reunimos en nuestro bar predilecto, el “Santa Inés”. Definimos nuestra estrategia. Para tal efecto nuestro genio logístico Marcólico Cara Marcada con Mango, inspirado además por el comercial de Sprite (tu amigo te tiene ganas), dividió nuestros procedimientos, y lo primero que teníamos que hacer era insertar a uno de nosotros en su mundo -claro que no estábamos realmente consiente de que se tomaría muy a pecho eso de “insertar”-, con el objetivo de saber si era verdad lo que nos decía “Pandora Genio un poco más corto que anteriormente”.

La verdad es que somos asesinos a sueldo y no nos importa el motivo por el que alguien quiere matar a alguien (curioso, alguien se quiere matar), pero esta vez era distinto, teníamos ganas de averiguarlo y bueno ¿por qué no?, con tal de saciar el morbo y cumplir nuestra misión.

Así, para esta primera etapa, nos fijamos en nuestra sección de asalto y abordaje donde el Chivo estaba listo para entrar en acción. Nosotros sabíamos que todo iba a estar bien, porque el Chivo Miguelitro es un experto en el manejo de la caja de vino -si tan sólo lo vieran- es como ver a un vaquero en un duelo, desenfunda, abre, dispara y bota… si bota, igual que los vaqueros, bota o lo botan, pero de que bota ¡bota!, sólo cuando se bota y no con botas, en realidad con la otra bota; -la del vino-, bueno aquí termina mi reflexión sobre la bota.

Volviendo al tema que nos atrae. Todo estaba listo, un par de consejos de nuestro guerrillero estrella Gonca, de esos “agachao, siempre agachao”, que es el arte de pasar desapercibido para la fuerza pública y listo, todos a sus posiciones.

Lo teníamos todo listo, excepto, que era una de las primeras veces que Lechero Leche Cortada (lo de leche cortada viene de comentarios de su ciudad, ve tu a saber cual es la verdad). El plan desarrollado por Marcólico Cara Marcada con Mango, era que nuestro Jesús (ese es el nombre clave para la misión de el Chivo Miguelitro. Le pusimos así porque realmente se tenía que sacrificar, en verdad casi inmolarse en pro de la causa. ¡Pero fue voluntario!, que quede bien claro), tenía que incluirse en el grupo donde venía nuestro objetivo, esto le resultaría más fácil hacerlo en una micro. Posteriormente, tendría que llevársela a las afueras de la ciudad y en un callejón que ya teníamos previamente ubicado, obtendría la información del altercado con Pandora Genio increíblemente corto para luego darle… muerte, en realidad darle y darle muerte.

Todo salió de forma perfecta, el Chivo logró meterse en su mundo, hasta la boca, claro hasta la misma boca de… su mundo. El plan era perfecto, ellos irían a carretear a las afueras de la ciudad, una vez que nosotros lográramos colarnos a ese carrete, procederíamos a distraer la atención de todos provocando una enorme discusión, dándole tiempo a las parejas para que se manejen en forma privada y en un lugar apartado. Todo estaba resultando de maravillas, hasta nos trataron de incompetentes y sin fundamentos para seguir discutiendo, el revuelo era el suficiente, pero algo tenía que salirse de nuestras manos.

Yo “La Coneja”, era el encargado de distraer a una de las piezas fundamentales, en otras palabras me tenía que llevar a la mugre de la uña (la inseparable del objetivo “Wade”), pero fallé. Se me cruzó un ser de las sombras, uno siempre agachao, utilizó todas sus artimañas, no pudo resistirse a sus bajos instintos. Tenía casi todo el trabajo listo, sólo faltaba un detalle… claro ese detalle, el que completó mi compañero de cajas de vino, mi amigo que en ese momento se olvidó de su apellido e hizo lo que mejor sabe hacer “garca”.

Todo el resto estaba como lo habíamos planeado, a esa hora Marcólico Cara Marcada con Mango ya había desaparecido en las sombras de la noche, El Chivo estaba haciendo lo mismo con nuestra víctima, Lechero leche cortada le seguía, sólo yo me quedaba enredado en el lugar. Había que tomar una decisión, tenía que causar más alboroto, para que nuestro plan no se fuera a las pailas. Recurrí a mis dotes actorales y fingir un ataque de esquizofrenia que mezclado con la enajenación mental que le causamos a una invitada, fue el toque perfecto para proseguir con lo propuesto.

Pero claro, no todo podía ser perfecto y otro detalle se nos escapó. En la penumbra logramos divisar que nuestra víctima no estaba con el Chivo, sino que con Lechero Leche Cortada. Un “puta la wea” salió tímidamente de mis labios y créanme que no fue el único de la noche. Se nos había escapado el detalle, se nos había olvidado que no le habíamos enseñado al Lechero el arte de desaparecer en las sombras -“siempre agachao, siempre agachao”-. Por supuesto que el que le tenía que enseñar estaba ocupado con la labor que me tocaba a mi, y yo creo que la cosa se veía con deseos de un poco más que agachaos. Me vi obligado a intervenir con un nuevo ataque de esquizofrenia, pero necesitaba ayuda.

Así que recurrir a otro experto en la improvisación del cumplimiento del deber, y con un hábil gesto le dije al Chivo de las mil crías que tenía que detener a la del flotador (este nombre –clave, por cierto- lo recibió por el rollito que sale por un costado de su peto) y llevarla a un lugar aún más sombrío y salvar al lechero.

De este modo y con un movimiento -que te lo encargo-, arrebató de la cámara de tractor al pobre lechero, que ya se encontraba angustiado a un paso de ser devorado por Wade el patito de la granja de Orson. Sólo bastó un leve empujón, un ven pa’ca y listoco (don toco), al “Lechero Materia dispuesta” me lo llevé de un ala y de Wade no se supo nunca más, misión cumplida y esperar a los resultados y la plata.

A los días después vimos a Miguelitro, que aún hacía muecas, -igualito a un weón que conozco-. No aguantábamos la curiosidad de saber el porque del encargo de Pandora Genio esta vez un poco más largo (y gordo). En ese momento mirábamos atentamente sus facciones de chivo, que perdido en las historias de Naldito nos dijo…

“-Se me olvidó la pregunta…”, y al parecer sólo se dedicó a darle… darle muerte.

Desde ese entonces que el Chivo acostumbra a relinchar y hacer sonidos guturales mientras duerme, sin duda que significó un gran sacrificio para su persona, puesto que se ahoga y tiene pesadillas. En cuanto a nuestra paga, bueno se suponía que Marcólico Cara Marcada arreglaría eso, lo que es yo, no sé si le pagaron -sólo a él-, o no le pagaron, pero no hemos visto ni uno de lo que alguna vez nos prometieron, en realidad nos cagaron.

En cuanto al Lechero Leche Cortada, puedo decir que se le están dando clases exhaustivas de pasar inadvertido y nuevamente siempre agachao, aunque aparentemente nuestro miembro (Lechero), tiene un talento natural para figurar y mostrarse y no poder dejar de mostrarse, porque aunque lo intente, alguien se preocupará de hacerlo notar, en vista de eso estamos inaugurando una nueva sección en nuestro grupo… la de aguante y disposición. Por lo menos aprendimos a cobrar por adelantado.

martes, mayo 02, 2006

La Primera vez... del Chivo Miguelitro, Marcólico Cara Marcada con Mango, La Coneja, Lechero Leche Cortada y Gonca Gado


Era una noche lluviosa en el Valdivia del año pasado, la de aquel 17 de junio, nos habíamos reunido en la “Hoguera” como de costumbre para echar las talla y porque no echar alguna otra cosa. En aquella ocasión nos encontrábamos en pleno, -eso quiere decir nómina completa de integrantes-, en otras palabras estaba el Chivo Miguelitro, personaje que se ganó su apodo por su barbilla y su adicción a cualquier hijo del chivo de la mil crías o cualquier trash metal oculto de la antigua escuela del tipo moribundo pero inmortal y su afición por la pilsen y el vino barato. A su lado estaba Marcólico cara marcada con mango, que negociaba de forma interna un contrabando de elepés, A mi otro lado se encontraba Lechero leche cortada, quien llegó por accidente a nuestra organización de fines de lucro. En un extremo de la barra estaba el Gonca, un guerrillero experimentado en toda clase de armamento casero y en estrategias de ocultación y evasión.

Es difícil tratar de definir nuestras vidas, y mucho más difícil es tratar de decir lo que en realidad hacemos por nuestras vidas. Para el común de la gente somos jóvenes con una avanzada formación académica, para el resto, sólo unos más dentro del sórdido mundo de las calles y la noche, de los locales nocturnos, de las mujeres y de la memoria frágil –ustedes entienden el no recordar a tus amigos o si viste algún sujeto o no y cosas por el estilo-, lo cierto es que eso no vale la pena mencionarlo puesto que el motivo de la reunión fue simplemente recordar como logramos tener éxito en este mundo paralelo.

No fue difícil recordar nuestras primeras incursiones, lo que fue difícil fue recordar el puntapié inicial. Lo único que teníamos claro era que Lechero leche cortada estaba en el lugar equivocado, la hora equivocada y el día equivocado, como para coronar un día perfecto.

Lechero leche cortada, cuyo nombre real no mencionaré, se ganó su apodo por su procedencia, la ciudad de la leche. Hijo de una familia bien constituida, hijo del amor, miembro de una congregación evangélica, creyente en todas las formas y aspectos del dogma cristiano. Llegó a la ciudad a completar su educación superior, esforzado y amante de la familia –de los que viajaba cada fin de semana y cada vez que podía-, de los que toma una copita de vino al almuerzo y nada más porque es pecado. Ya lo he dicho un buen cabro, pero erró en una decisión, nunca debió intentar siquiera acercarse a La Coneja en otras palabras yo, seguramente pensó en que era uno más de los que podría ser su hermano, uno más de los que podría convertir.

Pero no, falló y el que terminó siendo transformado fue él, le presentaron el oscuro mundo del vino en caja, de las reuniones sociales en modo underground, las mujeres y los placeres de la carne, las salidas nocturnas, las borracheras, los locales de la perdición, el dinero fácil y otras cosas aún más sórdidas.

Así fue, por accidente involucrado, dos caminos presentados. El primero el de hacerse responsable por aquella muerte y pagar el precio que eso significaba, y el otro seguir en el anonimato o en otras palabras, vender su alma al diablo. Escogió el camino fácil, se unió al grupo gente sin mundo, sin barreras y sin alma.

Aquella vez, de la que no recuerdo muy bien la fecha, estábamos sedientos y decidimos beber algo, pero teníamos que hacer algo, más bien dos cosas. Conseguir dinero y matar a alguien.

Los altos cargos tienen también sus problemas, pero mientras más alto es el cargo, más drástica y extrema es la solución. Todo gira en torno al dinero o el amor. Esa vez era hacer desaparecer al hijo de puta que se metió con la esposa de un alto oficial, o sea teníamos que hacer desaparecer al alto oficial para que su señora –aburrida de órdenes y maltratos- pueda estar con su “patas negras” y poder cobrar el valioso seguro.

Era un trabajo arriesgado, puesto que todas las esposas de altos oficiales –por lo menos una vez en su vida, pretenden hacer lo mismo-, así que como teníamos ganas de beber, pusimos manos a la obra. La señora Brígida Concha, como le apodamos a la mujer para proteger su identidad –le pusimos así porque el finado- era de apellido Fierro y eso se prestaba para el chiste malo del que miguelitro se burló hasta después de los funerales-, nos pasó toda clase de información sobre su cónyuge. El viejo culiao, era sanito, grandes vicios no tenía –sólo el copete y eso pero nada como adicción de verdad-, lo único que podía servirnos como para matarlo era que le tenía miedo a los bichos, si, a todas clase de cosa chica, con más de tres patas.

Esa vez pensamos en no matarlo nosotros, sino que en buscar alguna araña de rincón que pudiera hacerlo –bueno era uno de los planes-. De hecho, fue el primero que nuestro genio estratega sugirió. Creo que antes de seguir debería mencionar nuestras funciones dentro del grupo.

No respondemos a un líder, sino que el desarrollo de los planes se hace en conjunto y se ejecutan en conjunto y de tener seguridad y contar con el tiempo preciso, el acto de matar es sorteado entre los presentes. Sin embargo, el chivo Miguelitro y Gonca pertenecen al escuadrón de asalto, abordaje y eso, sí y eso quiere decir carne de cañón o al choque, la wea que prefieran. El Chivo, es un experto en caer en gracia, dominar y manipular, pero es más experto en embriagar y embriagarse. Es el que se hace notar y desaparecer cuando lo desee. Su misión principal es despistar y abordar a los individuos.

Gonca es un experto en estrategias de combate, un guerrillero urbano de basta experiencia. Incluso una vez logró sobre ponerse a dos policías de civil y a una cámara de televisión con audaces movimientos. Comunista de corazón, de la clase de pelotuos que comparten todos sus cigarros en un carrete –hueón. Lo que es yo, Siempre me tengo que quedar por lo menos con tres-. Hábil en el arte de pasar agachado –siempre agachao- y de evasión, poseedor de un talento increíble para la supervivencia en la jungla de cemento.

El Marcólico cabeza marcada con mango, es uno de los mentores de las matanzas y de ocultar nuestra identidad, él hace que nosotros nos sigamos viendo como niños buenos, cuidador de los detalles y preocupado de que siempre usemos guantes.

Yo, “La coneja”, soy la persona que urde los planes junto a Marcólico, cara marcada con mango, mi misión es hacer el contacto, ver los precios y decirle a Marcólico lo que sabemos y no sabemos de la presa, los pro y los contra y la mayoría de las veces de tirar del gatillo –claro hasta que los demás reclamaron, alegaban de que hacían todo el trabajo sucio y después llegaba yo y mataba, cero emoción. Así que desde ese momento hacemos un sorteo para ver quien mata-.

La llegada del Lechero Leche cortada fue un gran alivio, puesto que a él lo mandamos a cobrar y a hacer cualquier contacto directo que la situación lo amerite, no se confundan, no es sólo un burrito de carga es uno de los más importantes, sin él ya no sabríamos cobrar.

Pero bueno, volviendo al caso tienen que saber que aquella vez nos daban la mayor suma de dinero que podíamos imaginar, hasta alcanzaba para pagar los intereses de crédito universitario o la diferencia del arancel de referencia. Pero alguien sugirió algo mejor, hacer una trato con narcotraficantes para liberar de sospechas a la esposa (era parte del trato) y además cobrarle a la mafia valdiviana una suma de dinero onda liquidación -y literalmente liquidación-.

Gonca a través de sus contactos populares allá en el Preu, consiguió hacer un trato. Ahora la mafia nos había encomendado liquidar al sujeto, Ahora la mujer (Brígida Concha de Fierro) estaba realmente conforme con los resultados y nos soltó 30 lucas sólo por ese trato, su generosidad nos partió el alma. En cuanto al tipo, lo seguimos por días, hasta que cometió un error.

Entró a una conocida casa de putas de la ciudad el Night Club Zulema –la coyomera-, estando ahí la cosa era muy fácil, yo vivo a lado. Sin embargo, la mayor complicación era como salir de mi casa sin que me cachen. Lo logré, activamos nuestro plan, llamamos a la “Pandora, la genio corto”, amiga del alma de Marcólico cara marcada con mango, le dijimos que una vez que comience la fiesta se lo engatusara lo embriagara, que le diera… posibilidades de estar con ella y que de la nada se pusiera lacho, hacer que el tipo se emborrache y se sobrepase con ella, ella tenía que hacer un escándalo, nosotros nos encargaríamos de provocar una batalla campal dentro de local, haríamos que el guardia lo eche del local, hay sería abordado en secreto por mi y marcólico, le daríamos una paliza hasta la muerte.

Se nos escapo un detalle, el sujeto objetivo estaba acompañado de por lo menos 8 oficiales más, un pequeño detalle –si ya lo hecho pequeño detalle-. Entonces ocupamos el plan B, intentaríamos de que pandora, genio cada vez más corto, los invitara a un lugar más privado, mientras se ponen de acuerdo, los drogaríamos y los mataríamos, obligándolos a jugar a la ruleta rusa con un arma completamente cargada, la verdad es que se nos escapo de las manos, igual terminamos en una batalla campal, balas por aquí y por allá.

Salimos a la calle y mientras las balas continuaban, con el ajetreo se nos perdió la bolsa de coca que llevábamos para drogar a los tipos, arrancamos por Guillermo Frick, hacia el morro, sin embargo en la esquina de esa calle con Pérez Rosales venía nuestro amigo Lechero, llevaba su típica parca celeste chillón, una bandeja con alfajores de regalo para mi mamá y un libro de la nueva prensa en Chile, claro nosotros le dijimos que íbamos a estudiar. Al verlo lo tomamos de un ala y arrancamos, pasando por la cancha de fútbol nos encontramos con unos loquitos aspirando neoprén. Les dijimos que venían los pacos y de la nada se multiplicaron y sacaron hasta el arma más increíble que pudieron inventar y construir con sus desechos doméstico, como cañerías de baño y eso po. Ahora si que podíamos enfrentarnos, con confianza.

Sin embargo, al tomar nuestras posiciones de combate, nos dimos cuenta de que los oficiales a los que nos enfrentábamos, se acercaban para negociar. Un final extraño puesto que a la larga nos fuimos empinar el codo descubrimos que el señor Fierro era todo simpático, hablamos hasta de los más increíbles, claro que estábamos conversando, el señor fierro, nosotros y nuestras armas. La reunión terminaba de a poco y conforme se asomaba el sol, llegó incluso el momento en el que estamos solos y ya no teníamos intención de matarlo, incluso arreglamos un precio aún más increíble por matar a su señora la “Brígida Concha de Fierro”. Claro, hasta que mi socio lechero se puso a ver un arma, nunca había visto una de verdad y como era de suponer se le escapo un tiro y mató de forma instantánea a nuestro nuevo amigo -le mandó un tiro a puro mate, y la cabeza le queo too moco, como dice el Chivo Miguelitro-.

Muy weón, desde ese día que es uno de nosotros. Otro marginal que vendió su alma al Lucifer. Ahora es un Lechero distinto, es Lechero Leche Cortada, ya no viaja tanto y disfruta de sus nuevos ingresos como uno de nosotros, hasta de compro un minidisc Sony, y que graba.

martes, abril 25, 2006

Capítulo primero... Esta fábula, no es de sexo, pero si de conejos


Había una vez 2 conejas, un hámster, una liebre, un sapo un gusano, un pájaro loco y una zorra. Esta es una de las historias más triste que he escuchado en mi viaje a través del intenso bosque del sur de Chile. Antes de desarrollar este drama tengo que afirmar que si no quieren llorar, no la lean.

Era un día hermoso, uno de esos que son tan lindos, que hasta te dan ganas de ducharte. Era tan lindo que la coneja se dio el lujo de salir de su cueva a chatear por Messenger en un ciber tronco de por ahí cerca. A todo esto, la coneja tenía un oficio, gastarse en un tronco. Pero bueno, una vez chateando al aire libre la coneja de dio cuenta de que se encontraba conectado, su amigo del alma, el hámster, que vivía en un bosque cercano pero no menos distante… (se me olvido decir que es importante gastarse en un tronco, puesto que si no lo hace sus dientes incisivos crecerían de tal forma que le impediría comer).

La coneja: tac, tac, tac, tic, toc (Hola amigo hámster, tanto tiempo)
El hámster: tic, toc, tuc, tac, tac, tac (Hooola coneja, como te va)
La coneja: tac, tac, tac, tic, toc (Muy bien, oye po y cuando nos mandamos unas chelas)
El hámster: tic, toc, tuc, tac, tac, tac (Pucha, mas rato porque justo tengo que viajar, y vamos)
La coneja: tac, tac, tac, tic, toc (Ah, pero vas a tener que pagar, porque yo no tengo niuno)
El hámster: tic, toc, tuc, tac, tac, tac (Weno ya, uffff)
La coneja: tac, tac, tac, tic, toc (Yapo hamster nos Belmontt)
El hámster: tic, toc, tuc, tac, tac, tac (Nos vemos)

Luego de esta trascendental conversación, la coneja –dígase aquel bicho cachondo, de bajos instintos e irracional, sexualmente hablando-, se dedicó a pasear junto a su soledad habitual, es más la coneja estaba pasando por los momentos más difíciles de su vida, sin aparentarlo esto marcaría su conducta de por vida.

Capítulo segundo... La amenaza de la Zorra


En el camino, tuvo otro acercamiento a una nueva conducta se pilló con una zorra, ésta le preguntó:

(Es importante hacer una aclaración, la coneja tiene poderes psíquicos, que la hace ser una poderosa vidente del tipo que escucha el subconsciente y alucinaciones de eventos futuros)

Zorra: hola conejita, como estás. ¿Por qué tan solita?

Subconsciente Zorra: Oh, conejita mas rica, te voy a puro comer te voy a hacer peazo, esperate que te agarre…

Autor (nota al margen): tienen 2 alternativas, pensar que la coneja es hombre o pensar que la zorra es lesbi. A mi personalmente me da lo mismo total esta es una parte inservible para la moraleja de la fábula, sin embargo prefiero que sea lesbiana ya que sé que está enamorada de otra coneja, aunque no sé si ésta es real.

La coneja: Mira zorra de las grandesrechuchetumarequeteparió, a mi no me haci hueona, se que me query puro comer así que hagámosla corta. Vo crey que yo no me puedo defender, mira zorrita, yo sé muchas cosas de ti, cosas que las puedo gritar mientras me comes…

Zorra: Así que con esas estamos, veamos…

Al rato siguiente… se escucha un grito ensordecedor… tanto así que a la distancia se podía dilucidar lo siguiente…

AAAAAOOOOOUUUUAAAA, LA ZORRA SE METIÓ CON EL GUSANO Y EL PÁJARO LOCO, LOS DOS A LA VEEEEEEEEZ.

Capítulo tercero... El gusano en la zorra


Claro, ustedes podrán entender que en vista del suculento grito, la zorra se comió a la coneja, sin embargo, no puedo matar a la protagonista, así que supongamos que la coneja justo en el momento en que se la iban a comer, sacó algo de su bolsillo y… a la zorra le ensartaron una zanahoria en el… ojo y le rajo… la papa. De este modo la coneja salva su vida usando su arma secreta. (para no tener problemas con nadie, tengo que mencionar que la zorra no murió en este ataque, aunque tengo que admitir que a la coneja le habría gustado)

En ese momento, el gusano que estaba a un par de millas de ahí, había partido raudamente a ver que ocurría, puesto que su esposa gusano lo había pateado ante semejante declaración por parte del anónimo grito a la distancia. Al llegar se dio cuenta que la zorra estaba en el suelo. Así que dijo:

Gusano: Puuuuuta y vo lo miray a huevo, la ocasión la pintan calva.

Así que el gusano se metió en la zorra, pensando que esta estaba muerta, claro, con el objetivo de instalarse a vivir junto a su familia (para reconciliarse y ustedes cachan po). Pero la zorra sólo estaba inconsciente en el suelo. Mientras tanto el gusano pensaba.

Gusano: Pucha a mi de verdad es que me gustaba esta zorrita, Así que igual me la voy a comer.

Nota del autor: Es necesario que sepan que era un gusano carroñero, especialista en hacer desaparecer los cadáveres de las zorras, es más me atrevo a decir que a todos los gusanos les gusta los cuerpos de zorra.

Y de este modo el gusano comenzó a darle tiernos mordiscos el la piel -era un gusano carroñero como algunos que conozco-. Pero como la zorra estaba inconsciente despertó abruptamente y salió corriendo por el bosque, perdiéndose en las sombras… parece que le dolió, -siempre pasa la primera vez, dicen-.

Capítulo cuarto... El ataque del pájaro



E
n vista de que la wea se esta poniendo fome… continuaré en mi observación a la coneja, mientras ésta pasea tiernamente por un boscoso paisaje, es en este momento en donde se encuentra con su amigo personal la Liebre. Pero este amigo era tan especial que estaba un poco cojito así que evitaba moverse mucho. Conversaron un rato y decidieron seguir juntos su camino hasta encontrarse más tarde con el hámster.

En su camino decidieron mandarse un cañonazo de jugo de zanahoria con agua ardiente -claro, mientras esperaba que llegara el hámster pa’ mandarle denueo-. Ellos entraron a un bar-busto de por ahí cerca, se sentaron en la barra y la coneja miró al barman que era un pájaro carpintero, que gustaba de picar el palo.

Pájaro loco: Y que se va a servir el señor(a)…

La coneja: El señor no sé, pero yo quiero la wea más fuerte, y de zanahoria.

Nota del autor: Tienen que saber que el pájaro tiene características psicopáticas-heterofóbicas.

Subconsciente Pájaro loco: te vas a hacer mierda con ese copete y te voy a liquidar…

La coneja: Hasta el último peso, si no alcanzo a tomarme toda la wea…

En vista de esto, el pájaro de se puso tan nervioso que no pudo medir su fuerza, quebró un vaso con sus manos, se cortó la cabeza y murió por la cantidad de caldo de ceso que le salió. Saltaron vidrios por todas partes, incluso le saltaron a la Liebre pero ésta, no atino a saltar hacia algún lado, se corto pero sólo un poco –le cortaron una oreja, una pata a la altura de la rodilla y quedó con el intestino grueso colgando por al lado de su culo-. Mientras que la coneja permaneció firme e inmune ante tan aberrante escena (aunque en su interior se encontraba preocupada por su amigo), terminó su copete y se fue cortá, -no es lo que piensan… cuando se quebró el vaso, le saltó un pequeño vidrio en la patita, nada grave, pero se cortó, cacharon ahora-. La Liebre salió después, ya que estaba un poco más herida.

Capítulo cinco... el húmedo sapo


Saliendo del bar-busto y en plena esquina se encontraron con el sapo entero mojado que siempre estaba ahí, posado en una hoja de loto, éste la miraba con una cara de… poto de sapo. La coneja de inmediato sintió la presencia de éste, era un sapo poderoso, capaz de poder leer todos los movimientos de la coneja, el único detalle es que los sapos no comen conejas, pero éste era del tipo manipular, experto en el arte de la persuasión, entonces la coneja se dio cuenta de que éste era el enemigo más poderoso al que se había enfrentado nunca jamás…

Este enfrentamiento que sólo tenía como protagonistas las miradas de los bichos, se desarrollaba en el silencio del bosque, hasta que la coneja rompió con el hielo y dijo:

La Coneja: Vamos a un lugar donde no podamos dañar a nadie…

El Sapo: OK

Subconsciente Sapo: Conejita linda, cuando logre poseerte, te mandaré a buscar todas las moscas que quiera.

Luego de este increíble dialogo, los tres se fueron al Rin de palo. Una vez en el, comenzó la batalla final, el sapo acertó un increíble lengüetazo en el cogote de la coneja, pero ésta le mando un orejazo en el ojo, la pelea después tomó un curso más fantástico al elevar –ambos- su ki a un nivel nunca antes visto, lo cierto es que a la coneja le sacaron la cresta y tuvo que pagar el servicio. Tan grave no quedó pero si muy adolorida. En cuanto a la Liebre paque decir po, le sacaron un ojo sus dientes y el rabo, lo chistoso es que ella no estaba peleando, pero, al no hacerse a un lado cuando los otras estaban peleando le llegaron los impactos más fuertes, -todo se hubiera evitado con un salto a fuera del Rin o si le hubiera hecho caso a la coneja, que le dijo como 4 veces que esquivara los ataques-.

Así y después de este encuentro con el húmedo sapo, ansiosa por venganza, la coneja y la Liebre se dirigieron a un animaníbulo cercano llamado “All animal’s”, que se encontraba en el tronco más grande y verde – un verde llamativo, casi luminoso- de todo el sector bajo del bosque. Y allí estaba, el tronco erguido en la mitad de todo -ese sector forestal-, penetrante -a la mirada- e incluso dicen que una vez faenaron a un cordero ahí. Pero esto no le importa a nuestra coneja, sigue adelante sin importarle nada.

Capítulo final...


(…) creo que me saltaré una parte de la historia… La coneja miró su reloj y se dio cuenta de que era hora de empinar el codo con su amigo el hámster y se fue, en el momento en que se despidió, para ser más preciso, en el momento en el que extendió la mano a la liebre para agradecer su compañía en los momentos difíciles que acababa de vivir, esta Liebre weona, salto asustada, -claro, como es de suponer la coneja se enojó mucho y le mandó una pura pata en la raja, por no haberlo hecho antes, (podría por lo menos tener sus dos ojos, sus dos orejas y eso po) y se fue sola- .

Espero que de esta pequeña fábula puedan sacar todas las enseñanzas posibles, de verdad me esmeré mucho por terminarla y cuidarle cada uno de sus detalles… Ahora después de todo esto ustedes se preguntarán y donde chucha está la otra coneja recuerden “Había una vez 2 conejas, un hámster, una liebre, un sapo un gusano, un pájaro loco y una zorra”. Bueno la otra es sólo una imagen meta -y saque- fórica que desde ahora me acompañará. Con respecto a las moralejas, la verdad es que me habría gustado que ustedes las sacarán pero yo colocaré algunas para los que no quieran interpretar ni pensar niuna wea.

Las Moralejas...

- Una zorra siempre quiere comer, no importa lo que diga, quiere comer.

- Un gusano siempre se mete en una zorra y siempre se come a una zorra.

- En realidad un gusano se mete con cualquier zorra.

- Algunas zorras salen corriendo cuando sienten el gusano.

- Hay veces en que el pájaro solo es un elemento decorativo (sepan que no es ese mi caso)

- Siempre vas a pillar a un sapo húmedo en la esquina.

- El sapo siempre es más poderoso.

- El sapo por lo general siempre te va hacer pagar por tus pecados.

- El sapo siempre busca persuadirte para después manipularte.

- Nunca de metan a un lugar pintado de color verde llamativo.

- La liebre nunca salta cuando uno quiere.

- La liebre salta cuando uno menos lo piensa y lo quiere.